Los joysticks a que nos vamos a referir tienen todos en común dos cosas: se sostienen con una mano (como los pads) y tienen palanca (como los joysticks más clásicos). Son mandos bastante precisos, aptos sobre todo para juegos de tipo puzzle (desde el Tetris al Pipe Mania, o el Gearworks de Amiga) y para simuladores deportivos (jugar al Road Fighter de MSX con cualquier de ellos es una gozada; y, en general, van muy bien en juegos de fútbol y similares -con la excepción, quizá, del Speedball... a este juego le viene muy bien la precisión de este tipo de mandos, pero los puedes destrozar en pocas partidas). Con los juegos de plataformas responden perfectamente, pero para juegos más violentos, arcades o simuladores deportivos machaca-teclas, es más aconsejable el uso de los Telemach.

Son, de izquierda a derecha: el Magnum de Mastertronic, el Konix Navigator, el Phasor One, el Konix Speedking y el Sting-Ray de Logic 3 (las fotos están retocadas, lo que quiere decir que los joysticks parecen del mismo tamaño pero no lo son: el Magnum y el Sting-ray son más grandes que los otros):

El Magnum es un joystick grande y sólido, muy duro. La palanca, como en los otros cuatro mandos, acciona micro-interruptores para transmitir el movimiento al ordenador. Se puede coger indistintamente con ambas manos, y el gatillo (botón de disparo) se acciona con el pulgar de la mano que lo sujeta (se encuentra en la parte trasera del joystick).

Estéticamente, el Magnum es un tanto tosco y feo; y, sin embargo, muy eficaz.

El Navigator es pequeño, consistente y bonito. Los dos ejemplares que tengo traen un conector doble, que supongo que sirve para facilitar su uso en los ordenadores Spectrum fabricados por Amstrad (sólo el Sting-ray comparte esta opción); de todas formas, el Navigator que tuve yo en tiempos, y que descuarticé debidamente, no traía conector doble.

La palanca del Navigator es la peor de todas; se apoya sobre micro-interruptores, pero es pequeña y su diseño y tamaño hacen que se escape de las manos fácilmente. A pesar de que es un mando ergonómico, quizá el más ergonómico de los cinco, no es nada cómodo: al ser pequeño, se ajusta bien a las manos chiquitajas de un adolescente o un niño, pero resulta incómodo para alguien más grande. Además, la terminación no está nada cuidada, y su uso continuado produce rozaduras en la mano que lo sujeta a causa de los bordes mal nivelados.

El botón de disparo se acciona con el dedo índice de la mano que sujeta el joystick, y está dotado de un interruptor que permite seleccionar la opción de autodisparo. Este gatillo es quizá la pieza más débil de todo el mando: no es difícil partirlo.

El Phasor One es el que tiene un diseño más primitivo de los cinco, lo cual no quiere decir que sea incómodo. Se puede coger indistintamente con cualquiera de las dos manos. A parte del mío, he probado otro mando como éste y ambos adolecen de una cierta fragilidad: después de un uso continuado, la palanca adquiere cierta holgura; esto no afecta negativamente a su uso, aunque da la sensación de que el mando se puede desintegrar cuando se usa de forma más o menos violenta.

La parte superior del Phasor One está decorada con una pegatina negra cruzada por rayas rojas en forma de cuadrados, que recuerdan vagamente a la estética de Tron. El hecho de que sea una pegatina dificulta su desmontaje, y le resta puntos en cuanto a estética. 

El gatillo se activa con el dedo índice de la mano que sujeta el joystick, como en el Navigator.

El Speedking se sujeta con la mano derecha, exclusivamente; es un mando para diestros, aunque es posible que sacaran alguna versión para zurdos. Por su tamaño se abarca bien con una mano grande, aunque la forma de cogerlo implica tener que hacer cierta fuerza y doblar la muñeca de una forma un tanto forzada. El gatillo se activa con el dedo índice de la mano derecha, mientras que la palanca se coge con la izquierda. Está muy bien si no se usa con juegos en los que el sujeto se emocione mucho (por la fuerza que hay que hacer para sujetarlo): por ejemplo, es perfecto para matamarcianos primitivos y para los juegos de Atari 2600 en general. Casi todos los modelos que he visto tienen selector de disparo de ráfagas (son los denominados Konix Speedking Autofire), excepto los primeros que salieron (los Konix Speedking 1) y la variante para Spectrum +2/+3 (Konix Speedking +2/+3), que no traían dicho interruptor. También hubo una versión para PC (Konix Speedking PC), con dos botones de disparo y regulador de calibrado; además, incluía su propia tarjeta (suponemos que ISA), para conectarlo al PC.

En la parte de arriba, de nuevo una pegatina, como en el Phasor One. En este caso, con franjas rojas y negras, a juego con la carcasa. La pegatina de los Speedking 1 y los Speedking para Spectrum +2/+3 es ligeramente diferente, predominando las rayas rojas sobre las negras. El de la foto es un Speedking Autofire.

En cuanto a la solidez, da la sensación de ser realmente robusto.

El Sting-ray tiene un diseño precioso, increíble. Es el más bonito de todos con diferencia. Es grande y muy cómodo, y se puede coger con ambas manos. El gatillo se activa con el dedo índice de la mano que lo sostiene, pero además está dotado de otros dos botones de disparo en la parte de atrás, que se accionan con el pulgar (como en el caso del Magnum). Son dos los botones de disparo posteriores, y no uno, para facilitar el uso con cualquiera de las dos manos (uno se activa con el pulgar derecho, y el otro con el izquierdo; son de un color rojo cantoso). Como extras, trae selector de autofire y doble conector (norma Atari / Spectrum).

Como inconveniente hay que señalar la misma deficiencia de que adolece el Phasor One: los crujidos en cuanto se coge con un poco de fuerza y se usa la palanca de forma violenta. Todo ello, insistimos, compensado por su estética y su parecido con el Enterprise de Star Trek ;-D.

Tabla comparativa

j.f.