Mi afición por las “maquinitas” comenzó cuando en un cumpleaños me regalaron el Auto race de Mattel. Tuve que elegir entre el Auto Race y el Basketball (ambos de Mattel) y me decanté por el primero. Por si no los conocéis, son dos juegos en los que aún no había gráficos, sólo leds (lucecitas). Pero muy divertidos. Aún creo recordar que conseguía acabar las 4 “vueltas” en 26 segundos.

Luego fueron el towering rescue, solar shuttle y money bomb (estos dos últimos eran de mis primos Mariano y Óscar, pero siempre nos los andábamos intercambiando).

Mas tarde comenzó la época de Nintendo (Mickey y Donald).

Hubo muchas maquinitas más, pero esas fueron las más destacables.

Quizás influyó en mi afición por las maquinitas el hecho de ser hijo único, pero ni las maquinitas ni el spectrum consiguieron que me quedara en casa:había que estar todo el tiempo posible en la calle con los amigos del barrio. Pero estas maquinitas conseguían que nunca te aburrieras en esos largos viajes en coche en aquella época en la que no existían las autovías ni las autopistas.

Así que ahora me dedico a coleccionar estas pequeñas maravillas que me hacen recordar esos tiempos pasados con una sonrisa.